fear

No es algo nuevo para mí, sentir ese miedo de perderlo. Muchas veces sentí eso, miedo. Porque de la nada, poco a poco, se convirtió en mi todo, se fue apoderando de mí, de mis sentimientos y mi ser.
¿Por qué? No debía pasar, debía ser una distracción, o no, un amorío de semanas, un mes como mucho, pero se convirtió en mucho más que eso; se convirtió en esa persona que no puedo despegarme ni un segundo que ya la extraño, en esa única persona que es capaz de sacarme una sonrisa en mi día más negro. Pero ya no puedo ocultarlo más, ya no puedo seguir mintiéndome a mí misma, sabía que estaba entrando en territorio hostil, y que por mi propia seguridad debía mantener distancia, al fin y al cabo, ¿cómo competir con una relación de diez meses y una amistad de año y medio? Es imposible. Desde el principio lo supe, pero quise arriesgarme, siempre la misma niña tonta que juega con fuego, y acá estoy, escuchando la canción más triste jamás escrita, en la oscuridad de mi soledad, tratando de ocultar esa lagrima que se escapa por mi mejilla, con mil pensamientos en mi cabeza, tratando de poder escribir una oración coherente para sentirme mejor, pero todos sabemos que eso no va a pasar.

Ya no sé cómo afrontar esto, este miedo latente en mi como cada pulsación de mi corazón, ese miedo de que llegue ese día en que ya no me quiera, siquiera quiera mi amistad, y vuelva con ella, porque ella estuvo antes que yo, ella paso por muchas cosas con él que yo no voy a pasar, sé que ella lo hizo feliz, y eso no va a cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario